La mano del pianista

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El ejemplo de Schumann es bien conocido. Era un músico virtuoso que ansiaba mejorar y llegar al nivel de compañeros de la época. Para ellos ideó varios artilugios con el objetivo de perfeccionar su técnica y agilidad. Sin embargo, su máquina para fortalecer sus dedos, en especial su dedo pulgar, le habría causado una parálisis parcial de su mano derecha en lo que se conoció como el primer caso de DISTONIA FOCAL. No fue hasta la década de 1970 que la medicina se interesó en las patologías de los músicos. ¿Cómo superarlas?

Todos los especialistas están de acuerdo en un punto: debemos desarrollar la prevención para evitar las patologías de los músicos. “Tengo un principio básico: el pianista debe tener una postura equilibrada y estable, que permita una actividad con la mejor economía muscular posible”, dice Philippe Chamagne, fisioterapeuta, pionero en el manejo de patologías específicas de los músicos. Este médico, que ha visto a muchos pianistas (Mickel Béroff, Leon Fleisher, Jean-Efflam Bavouzet), es uno de los fundadores de la clínica del músico, un centro parisino de reeducación. Discípula de Philippe Chamagne, Coralie Cousin ha creado una clínica de fisioterapia centrada en los músicos. Ella insiste en que debe trabajarse el tacto desde la infancia. El sonido nace con la pulpa del dedo. La mano debe estar integrada en un gesto global. Para esta apasionada, el músico profesional debe ser tratado como un deportista de alto nivel. Todos los músicos de alto nivel son llevados a trabajar cuerpo durante demasiadas horas.
Además los músicos son como atletas emocionales, y a diferencia de los deportistas, ellos se entrenan solos y no tienen suficientemente en cuenta la prevención.

Causas de trastornos en el músico

A menudo, más que un movimiento preciso, es una acumulación de detalles la responsable de la aparición de un dolor o una patología en los pianistas. De forma aislada, algunos elementos parecen ser irrelevantes, pero pueden llegar a ser decisivos: una mala organización del trabajo, un repertorio incontrolado, un alto ritmo de conciertos, una mala postura … La lesión ocurre cuando varios factores sencillos aparecen en un corto espacio de tiempo. A diferencia del deportista, el problema no surge de inmediato. Se desplaza en el tiempo. A menudo sucede que los músicos trabajan mucho durante un período y durante su fase de descanso comienzan a sentir molestias. En cualquier caso, sea cual sea la patología, es importante evitar la cirugía siempre que se pueda. Los resultados no suelen ser los esperados tras una operación y los largos períodos de recuperación, hacen muy difícil la vuelta al instrumento.

El síndrome del exceso de trabajo

Se conocen algunas patologías y, sin embargo, los pianistas a menudo las ignoran por falta de conocimientos anatómicos o incluso por no saber prevenir ciertos riesgos. Algunas de las afecciones más comunes son el síndrome de uso excesivo o el síndrome por sobreuso. Lo suelen padecer jóvenes que han completado sus estudios y están preparando competiciones. Por lo general, son personas con poca musculatura y que no respetan las posturas que favorecen la economía muscular. La mayoría de las veces, esto provoca un dolor severo en la mano y la muñeca. Para tratarlo, es necesario pasar por una reeducación especializada. El miembro afectado se pone en reposo durante un mes. Sin embargo, por razones psicológicas, es esencial que el pianista siga tocando. Cita el ejemplo de una joven mujer de 20 años, primer premio del Conservatorio: sentía una falta de fuerza en su mano. Cuanto más tocaba y más se cansaba, menos podía obtener el sonido que quería. Esto lo compensaba flexionando su muñeca (para tener más fuerza). De modo que, constantemente, tiraba de su brazo sin darse cuenta, lo que le causó dolor en el hombro y el omóplato. Un ejemplo que refleja las reacciones en cadena que pueden causar una mala postura.

La distonía focal en el pianista

La distonía de la función es una de las patologías más temidas por los pianistas. Ella se instala lentamente, sin dolor. A medida que pasa el tiempo, las extremidades de los dedos de la mano (a menudo la mano derecha, la más estresada) dejan de responder de la misma forma. La patología se asienta cuando el músico desarrolla un mal dominio del gesto que induce una mala postura.

Los primeros síntomas son a menudo la ralentización de los dedos, los dedos que se pegan a las teclas, rigidez en la muñeca…
En general, la distonía ocurre en músicos entre los 35 y 40 años de edad. A menudo es desencadenado por un fenómeno psicológico, señala Philippe. Sin embargo, sus causas son todavía misteriosas.

En términos generales, la distonía es un trastorno del sistema nervioso que genera una variabilidad discordante en el tono muscular y que da lugar a posturas y movimientos anómalos. Se desconoce la causa del 80% de las distonías y puede ser de varios tipos atendiendo a la ubicación de la afección. La focal, como su propio nombre indica, afecta a un músculo o grupo muscular de una zona determinada del cuerpo. Sus efectos son llamativos e incluso incapacitantes: desde la tortícolis espasmódica que causa la distonía cervical a las distorsiones en boca y lengua de la oromandibular, pasando por los parpadeos acelerados del blefaroespasmo o las interferencias vocales de la distonía laríngea, que enronquece o incluso interrumpe la voz. La distonía focal manual es una afección ocupacional, es decir, solo aparece cuando se llevan a cabo ciertas actividades que implican movimientos precisos, y no es producto del cansancio. Los calambres atenazan las manos y los antebrazos al escribir (en el llamado «calambre del escribiente»), afectan especialmente a los movimientos sutiles de algunos deportistas (es el caso de los «yips», el terror de golfistas, tiradores o lanzadores de béisbol, entre otros) o provocan toda clase de efectos indeseados en los músicos.”

¿Cómo curar una distonía funcional?

Inicialmente, en Francia, se han hecho intentos para tratar esta patología con inyecciones de toxina botulínica. “Notamos que esto tenía algunos inconvenientes”, señala Philippe, quien ha desarrollado una técnica específica. Su método se divide en cuatro etapas. En primer lugar, se trata de recrear un diagrama corporal para desprogramar los malos datos propioceptivos.

“A grandes rasgos, cada región de la corteza cerebral está vinculada a ciertas áreas del cuerpo; es decir, y haciendo una generalización grosera, a cada dedo le corresponde una parcela cerebral. Sin embargo, las fronteras de estas parcelas se difuminan en los cerebros de los afectados por distonía focal, con lo que las instrucciones cerebrales no activan necesariamente los músculos correctos. Hay quien define a la distonía focal como un virus informático o un cuelgue del sistema que desbarata la llamada memoria muscular.”

Es el brazo que lleva el antebrazo que sujeta la mano. La segunda parte del trabajo es volver a aprender una buena postura después de determinar los desequilibrios musculares. El músico asimila el gesto estimulando sus receptores propioceptivos. Después, tratamos de fortalecer la faja escapular. Es necesario encontrar una estabilidad sin que la cintura escapular quede fija. Este trabajo permite recuperar la agilidad, el equilibrio y la precisión de los dedos. Finalmente, en la última fase, el pianista regresa al instrumento con todos estos datos. A lo largo del tratamiento, el músico puede seguir tocando. La rehabilitación es efectiva en 30 a 50% de los casos, las inyecciones de Botox en 30% y los medicamentos en 10%, observa Eckart.

“Actualmente los especialistas parecen decantarse por un planteamiento multidisciplinar en el que intervengan neurólogos, fisioterapeutas e incluso psicólogos para dar apoyo emocional y ocupacional. De este modo se conjuga el reentrenamiento pedagógico con la rehabilitación física, sin olvidar un posible tratamiento ergonómico complementario que permite contener los movimientos distónicos utilizando férulas, rediseñando soportes o incluso reajustando los instrumentos si es posible (como las llaves de los instrumentos de viento).”

Fuente:

  • Análisis clínico de la distonía focal en los músicos. Revisión de 86 casos
  • Documental Two Hands dirigido por Nathaniel Kahn
  • El mal del músico Publicado por Óscar Díaz
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