Embutidos con menos contenido graso

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Aunque nos compense dado el sabor tan exquisito de los embutidos y fiambres que podemos disfrutar en nuestro hogar, gracias a la riqueza que nos facilita nuestro país en este campo, debemos de señalar y no engañarnos que tienen un alto contenido graso, aunque no todos tengan el mismo porcentaje ni sean iguales. Con lo cual en este artículo vamos a ver cuáles son los más magros. 

La Organización Mundial de la Salud, hizo público el año pasado un informe que indicaba que el consumo de carne roja procesada podría ser cancerígeno. Por suerte, a nivel mundial hay un creciente interés en cuidar los hábitos alimenticios, sin caer en denominaciones, como los que quieren eliminar los embutidos completamente. Pero como en cualquier campo, los extremos nunca son buenos. 

Según las indicaciones de varios nutricionistas, consumir estos alimentos de forma moderada no es nada perjudicial para el organismo. El truco no está en quitar todos los embutidos de la dieta, sino en elegir los que son nutricionalmente más saludables y en unas cantidades moderadas. 

Poder saber medir las porciones es de vital importancia, pero esto es fundamental para elegir la comida. Siempre es necesario que antes de nada te fijes en la grasa que ya consumes, y pienses su calidad frente a su cantidad.  

A continuación, vamos a hacer una lista de los embutidos con menos cantidad de materia grasa, basándonos en la Base de Datos Española de Composición de Alimentos, seguro que algún caso te sorprenderá. 

¡Comenzamos!  

  • Pechuga de pavo: Sin duda el vencedor. El pavo es perfecto para tu dieta, pero con un consumo moderado también. Teóricamente tiene una materia grasa de 2.6%, pero no te engañes, en muchas charcuterías han empaquetado productor que son derivados del pavo para venderlos bajo el mismo nombre, y fomentar la idea de una buena alimentación, cobrando al usuario el importe de la pechuga, pero a ellos poniéndoles un coste menor. Debemos señalar, que, aunque no tenga un porcentaje elevado de grasa, es un alimento procesado y tiene un sinfín de aditivos. Como consejo, una vez pidas este embutido, si viene empaquetado mira correctamente su etiqueta, para que no te den gato por liebre. 
  • Jamón Cocido: Para los escépticos de este embutido, debemos de señalar que el jamón de charcutería es magro. Apenas tiene un 3% de materia grasa y si el corte es bueno y su producción también, la grasa que tenga al menos será de mejor calidad. 
  • Cecina: También conocido como jamón de vaca, de cabra y de buey. En cuanto a la cantidad de grasa es muy parecida a la del jamón cocido, pero nada tiene que ver con el sabor. Si que es cierto que en lo relativo al colesterol es relativamente alto. 
  • Lacón: Es la paletilla del cerdo, también está curada, pero menos que el jamón. Tiene en torno a un 10.8% de grasa, y los que están preparados tradicionalmente, vienen de los cerdos alimentados de tubérculos, cereales, castañas y bellotas, y el resultado por tanto es un tipo de grasa buena. 
  • Butifarra: Aunque parezca imposible, la longaniza o la butifarra tiene un contenido bastante bajo en grasa, sorprendentemente en torno a un 20%. Lo que logra una perfecta combinación de grasas buenas y carne magra. 
  • Lomo embuchado: Para empezar, está elaborado con las partes magras del cerdo, y contiene un índice de 20.7% de grasa. Y si la alimentación del cerdo fue por ejemplo a base de bellotas, sin duda es mejor aún. 
  • Morcilla de Burgos frita: sí sí, estás leyendo correctamente. Aunque te deje impresionado al igual que a nosotros. El tema es que la morcilla en crudo tiene un 3% de grasa que se pierde al ser cocinada. Una vez está ya preparada alcanza un porcentaje de casi un 22% de contenido graso, pero ojo, los niveles de colesterol no los estamos contando, pero son altos. 
  • Jamón ibérico de bellota: En este caso hablamos de un alimento del que tiene un 22.2% pero su colesterol es en su mayoría bueno, gracias a su contenido en ácido oleico. En el caso de jamones ibéricos como el de cebo o bien el serrano estarían en materia grasa por debajo de la butifarra, no llegando ni el 20% de materia grasa en el caso del primero, y con un 22.6% de grasa respectivamente. 
  • Chorizo: Y para seguir con las sorpresas, aunque en este caso menos que con la morcilla, tenemos el chorizo con un 23.1% de porcentaje graso. Por lo que le permite entrar en la lista, pero con cuidado en su consumo, ya que no se puede consumir como si fuera fruta. 

Aunque ya sabemos que son alimentos de los que no es bueno abusar, no se puede generalizar como bien se puede apreciar en esta lista. Hay embutidos que, si son consumidos con moderación, no son perjudiciales y sin embargo nos ofrecen un bocado delicioso. Lo ideal es optar siempre por embutidos que sean lo más sanos posibles, los que tengan un aporte proteico mayor, y que tengan un contenido de grasas saturadas y sodio bajas. 

Pero como te dijimos en el caso del pavo, debes de fijarte en la procedencia de los productos, no es lo mismo que determinado animal se haya criado a bases de piensos, que de forma natural. Por eso es muy importante saber leer bien las etiquetas para comprar los que mayor porcentaje de carne tienen. Evita los que tengan mucha cantidad de harinas, almidón o bien azúcar.  

Y tener claro, que no siempre los embutidos más económicos, son los más saludables, a veces nos dejamos guiar como por ejemplo como por la pechuga de pavo, pero como señalamos cuando lo hemos descrito, debemos de saber si es realmente pechuga de pavo lo que estamos comprando y ver si por ejemplo compensa su bajo contenido en grasa con su alto procesado para la elaboración, cosa que no pasa con otros embutidos como puede ser la cecina o el jamón. Hay que sopesar y equilibrar la balanza, entre grasa y calidad del alimento. 

Esperamos que te haya servido este post, para tener una idea más clara de los embutidos con menos contenido graso. 

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