Prevenir lesiones manipulando cargas y estando de pie

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Tanto en el trabajo profesional como en las actividades domésticas de la vida diaria, nos podemos encontrar con situaciones que puedan producir, con el paso del tiempo, lesiones en la columna o espalda, pero también problemas circulatorios en las piernas.

Para prevenir estas situaciones, será imprescindible seguir unas normas de higiene postural básicas así como mantener una actividad física y alimentación adecuada.

En este artículo podrás aprender las normas básicas para los trabajos y actividades que demanden estar de pie tanto
estáticos como dinámicos, como en los que necesiten el traslado de objetos.

En todos los casos, debemos proteger la columna, manteniéndola recta, sin hacer torsiones de espalda ni sobrecargarla
en exceso. Para prevenir los problemas circulatorios, la norma básica será interrumpir la postura estática, ya sea sentado o de pie, haciendo un breve paseo cada una o dos horas de trabajo.

Higiene postural en trabajos que requieren estar de pie

Trabajos estáticos estando de pie

Como ejemplo de trabajos profesionales o domésticos que demandan estar de pie podemos incluir las tareas domésticas como fregar platos o planchar y profesiones como dependientes de tiendas, azafatas de eventos…

La característica principal de estos trabajos será que deben permanecer de pie, durante un tiempo prolongado, sin moverse.

En el caso que el trabajo demande una superficie de trabajo, será básico que esta esté correctamente adaptada a la altura del trabajador, permitiendo realizar su función sin necesidad de flexionar el cuerpo hacia delante o extenderlo hacia atrás, dependiendo si es demasiado baja o alta, respectivamente.

Se deberá ampliar la base de sustentación, esto se conseguirá separando ligeramente los pies y en la medida que sea posible, intentaremos mantener un pie más elevado, poniendo un reposapiés o similar y, siempre que podamos, alternaremos los dos pies.

Como norma general, cada una o dos horas, como mucho, realizaremos un ligero paseo, durante cinco minutos será suficiente, para activar la musculatura y reactivar el riego sanguíneo.

En los casos en los que no podamos adaptar la superficie de trabajo y que debemos adaptarnos nosotros a ella, como por ejemplo, poner el lavavajillas, pintar una pared, guardar platos, poder libros en una estantería… deberemos
tomar dos normas básicas. En el caso de las superficies bajas, nunca flexionaremos el cuerpo hacia delante, flexionaremos las rodillas manteniendo la espalda recta hasta alcanzar el objetivo. Si, por el contrario, la
superficie es más elevada, utilizaremos un alza o una escalera, que impida extender el cuerpo.

Trabajos dinámicos estando de pie

En este caso podemos encontrar trabajos domésticos o profesionales de limpieza, y seguramente en muchas otras actividades profesionales en las que se deba mantener una posición estática y realizar movimientos, como por ejemplo un dependiente de una panadería.

En el momento de fregar o barrer el suelo, se deberá tener un palo de la fregona o de la escoba adaptado a la persona que realizará la tarea, como norma general, la altura será la adecuada para poder desempeñar el trabajo sin flexionar el cuerpo hacia delante. En el caso de tener que llegar a un punto bajo o mal situado, flexionaremos las rodillas para mantener, en la medida de lo posible, la espalda recta. Esto también serviría para coger o manipular objetos en zonas bajas.

Como hemos dicho, para manipular objetos en zonas altas o bajas, sacar el polvo o limpiar los cristales, por ejemplo, utilizaremos una escalera o alza para las zonas altas, o flexionaremos las rodillas, en las bajas.

Tanto en los trabajos estáticos como en los dinámicos, debemos evitar los giros bruscos del tronco, en el caso que tengamos que hacer giros, los haremos moviendo las caderas y las rodillas, nunca manteniendo los pies fijos en el suelo y girando la espada.

Otro consejo importante para los dos tipos de trabajos de pie, será no utilizar zapatos que tengan un tacón superior a los dos centímetros y medio de altura.

Higiene postural en trabajos que requieran manipulación de cargas

Levantar objetos

Para cogerlo nos pondremos lo más cerca posible, si está en una zona baja, flexionaremos las rodillas y lo cogeremos manteniéndolo lo más cerca del cuerpo que sea posible, de forma que al levantarlo, solo hagamos fuerza con las piernas, sin que la espalda participe en exceso.

Si queremos evitar lesiones de espalda, la mantendremos en posición vertical, sin hacer rotaciones y haciendo contracción abdominal. Si el peso es elevado y el tiempo de trabajo prolongado, podremos usar una faja abdominal, pero solo durante el esfuerzo, no debemos acostumbrar a la zona lumbar a la faja ya que lo único que conseguiremos será
debilitar la musculatura lumbar y abdominal.

Coger un objeto que esté en alto

La forma adecuada de cogerlo será utilizar una escalera o alzador, que nos permita acercarnos lo máximo posible, se cogerá, como en el otro ejemplo, acercándolo al cuerpo para descender por la escalera o alzador de forma segura. Debemos evitar levantar los brazos, por encima de los hombros, ya que aumentamos excesivamente la curvatura lumbar pudiendo producir lesiones.

Dejar un peso en el suelo

Como en los otros ejemplos, mantendremos el objeto enganchado al cuerpo y flexionaremos las rodillas hasta llegar al objetivo.

Mover o trasladar objetos

Recordando la norma, lo mantendremos siempre enganchado al cuerpo, si el objeto es muy pesado, podemos ayudarnos apoyándolo en la cabeza, hombro o pelvis.

A la hora de llevar un bolso o mochila, siempre será preferible la mochila, ya que podemos colgarla en los dos hombros
y repartir mejor el peso. Si es un bolso siempre cruzado, nunca apoyado sobre uno de los hombros.

Si tenemos que llevar varias bolsas, debemos distribuir de forma uniforme el peso entre los dos brazos. En el caso
de utilizar un carro, siempre será mejor empujarlo desde atrás que estirarlo.

En el caso que el objeto que tengamos que mover sea muy pesado y no podamos levantarlo, lo ideal, será moverlo empujando, lo haremos apoyando la espalda en él y empujaremos con las piernas para moverlo.

Siguiendo estas normas básicas, podemos prevenir muchas lesiones de columna y espalda, pero también muchos problemas circulatorios ocasionados en trabajos estáticos.

Si no has podido evitar alguna de estas patologías o necesitas aprender o adaptar tu zona de trabajo, siempre puedes contactar con un fisio a domicilio que te ayudará a tratar el dolor, prevenir futuras lesiones y aconsejarte sobre cómo puedes desempeñar tu trabajo con la mayor seguridad posible.

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