En estos días pasamos más tiempo en casa que nunca, entre confinamientos y teletrabajo probablemente nunca hemos estado tanto tiempo en casa. En otro tiempo, llegabas del trabajo a casa, tarde y cansado y no te daba tiempo, ni había ganas, de fijarte en la suciedad o el polvo acumulado. Esperabas al día de limpieza para meter mano a fondo a toda la casa. El día de limpieza general, acabas derrotado de tanto limpiar.
Pero los tiempos han cambiado y ahora, cuando te sientas por las mañanas a tele-trabajar desde casa, con la claridad que entra a través de las ventanas, se ve todo el polvo y suciedad acumulada y es cuando piensas que fue ayer cuando te mataste a limpiar, y ya parece como si la casa llevara semanas sin limpiarse. Además como toda la familia pasa más tiempo en casa, pues lógicamente se ensucia todo mucho más.
Si añades a todo eso que en casa hay algún miembro de la familia con alergia al polen o a los ácaros del polvo o que tiene asma, hay que tomar cartas en el asunto para conseguir evitar que se acumule tanto polvo y mejorar así los síntomas de las alergias y asma.
Cuanto más limpia esté la casa, mejor será el aire que respiremos en el interior de la misma. Por eso aquí van unos consejos que nos pueden ayudar en esta tarea.
Si quieres saber más sobre cómo evitar el polvo en casa y mejorar la calidad del aire en el interior de casa pincha sobre este enlace.
Pasos para eliminar el polvo de la casa
1. Ventilar toda la casa al menos 10 minutos al día.
Preferiblemente ventilar antes de hacer las camas y de limpiar. Al cabo de 10 minutos ya se habrán aireado las sábanas y es buen momento para hacer la cama. Si tienes tiempo, deja un rato más ventilando la habitación.
2. Aspirar la casa una vez a la semana
Recomiendan aspirar una vez a la semana, pero suele ser insuficiente. Si puedes hacerte con un robot aspirador (ahora los hay muy económicos) es una gran solución, ya que lo puedes programar para que aspire todos los días y con hacer una vez a la semana una limpieza más a fondo, será más que suficiente. Con este sencillo gesto vas a conseguir que los muebles no acumulen tanto polvo.
3. Limpiar el polvo de los muebles
Basta con realizarlo una vez por semana pero recuerda aspirar primero y después limpia el polvo, pero siempre de arriba a abajo. Mejor no uses el plumero, porque lo único que hace es mover el polvo pero no lo atrapa. Ahora en todos los súper venden trapos específicos para el polvo que lo consigue atrapar muy bien.
Un aspirador escoba, de mano, es muy práctico para limpiar el polvo de los muebles o zonas más inaccesibles, por ejemplo, las rejillas de las sillas del comedor.
4. Decoración minimalista
Para que no se acumule demasiado el polvo, lo perfecto sería tener una decoración algo minimalista. Es decir, no tener tantos objetos de adorno que hacen que se acumule más el polvo y además dificulta la tarea. Muebles de líneas rectas, sencillos y en poca cantidad es la mejor forma de tener la casa despejada y limpia. Hay menos donde limpiar y se acumula menos polvo.
Otro de los errores que solemos cometer es tener la casa atiborrada de objetos, libros, fotos sin dejar un hueco libre en las estanterías y librerías. Con el método de Marie Kondo para tener la casa ordenada y sin tantos objetos, que al final no necesitamos, conseguirás mantener la casa más limpia y sin polvo. Y, sobre todo, te llevará la mitad de tiempo limpiar la casa.
5. Limpiar cojines y mantas del sofá
Sería conveniente limpiar en la lavadora, más o menos una vez al mes, (si el tejido lo permite), los cojines y mantas que solemos tener en el sofá. En estos objetos se acumula mucho el polvo y la suciedad.
6. Alfombras y moquetas
En las alfombras y moquetas es donde más se acumula el polvo y los gérmenes, pero si te gustan y no quieres renunciar a ellas, prueba a aspirarlas muy bien y a pasar una vaporeta o mopa con vapor por ellas. Estos electrodomésticos limpian, desinfectan y desodorizan las alfombras y moquetas, dejándolas perfectas sin apenas esfuerzo. Como regla general, basta con limpiarlas cada quince días pero como en todo, dependerá de cada caso. Si hay niños pequeños sería conveniente realizarlo con mayor frecuencia, pero si vives solo o con tu pareja seguramente duren más tiempo limpias.
7. Sofás y tapicería
Lo mismo ocurre con los sofás y las tapicerías de casa, acumulan mucho polvo y suciedad, por lo que con una vaporeta o un limpia tapicerías vas a poder eliminar toda la suciedad acumulada y las manchas, además te van a quedar como nuevas. Limpiarlas una vez al mes es más que suficiente. También lo puedes hacer con una palangana con agua y un poco de amoniaco y trapo en mano, para ir limpiándolo. Pero pueden quedarte cercos en el sofá si no tienes mucho cuidado.
Ten cuidado con el amoniaco, que puede llegar a ser muy tóxico.
¡No te olvides de las cortinas! Una vez al año conviene meterlas en la lavadora. No dejes que se sequen, cuélgalas mojadas nada más terminar el ciclo de la lavadora. Con el peso de las mismas, no quedará ni una arruga en las cortinas. Otra opción es usar una vaporeta con un accesorio para tejidos. En este caso no tendrás ni que descolgarlas.
8. Felpudo y zapatos fuera.
Algo muy importante es no traer a casa la suciedad de la calle. Si tienes sitio en la entrada, una descalzadora o un banco es perfecto para descalzarnos nada más llegar a casa y no desperdigar la suciedad por toda la casa. Y, por supuesto, un felpudo es imprescindible.
9. Ventanas y persianas.
Las ventanas acumulan mucho polvo y suciedad sobre todo si vives en una ciudad con gran contaminación. Una vez al mes límpialas bien. Lo puedes hacer con una mezcla de agua y vinagre o bien con una vaporeta que las dejaras perfectas tardando la mitad de tiempo.
Las persianas con limpiarlas 2 veces al año más que suficiente. Las vaporetas también son los mejores electrodomésticos para limpiarlas. Las dejan impecables y te ahorran esfuerzo y tiempo.
10. Purificar el aire.
Aunque sigas todos estos consejos el aire del interior de las casas está muy contaminado debido al formaldehído que desprenden algunos muebles, los productos químicos que usamos en el día a día, el polvo, el CO2, el polen y la contaminación que entra de la calle, si vives en una zona con mucha contaminación, claro.
Al final lo más importante es intentar no respirar aire contaminado. Un purificador de aire va a eliminar todos estos contaminantes devolviendo a la estancia un aire más limpio. Así conseguirás mejorar síntomas de asma y alergias y que se acumule menos polvo en los muebles. Si te vas a decantar por uno mira bien que tenga un buen sistema de filtrado y que incluya un filtro HEPA.
Otras tareas que ayudan a mantener el polvo a raya
Otras acciones que se pueden hacer para mantener la casa más limpia y así mejorar los síntomas de las personas con alergia o asma, es limpiar el colchón una vez al año. Las vaporetas, otra vez, van a ser un gran aliado. Pero si no dispones de una, bastará con que aspires muy bien el colchón, limpies la funda en la lavadora e intentes limpiar el colchón (si el colchón lo permite, vendrá indicado en las instrucciones) con un poco de agua con amoniaco. Sin empapar el colchón. Basta con mojar el trapo en la solución e ir pasándolo sobre el colchón.
Tareas sencillas que también ayudan
Si no tienes tiempo de acometer tantas tareas o no te apetece, con unos sencillos pasos vas a notar una gran mejoría:
- Ventilar el tiempo suficiente (antes de limpiar).
- Tener pocos objetos de decoración en casa.
- Limpiar el polvo una vez a la semana.
- Aspirar todos los días si dispones de un robot, en caso contrario una vez a la semana.
- Disponer de un purificador de aire en casa.
- Descalzarte nada más llegar a casa.
Estos son algunos consejos que pueden ayudarte a eliminar el polvo en casa y a intentar evitar que se vuelva a depositar y sobre todo para ahorrar tiempo en la limpieza del hogar.