Uno de los sistemas más demandados para los jardines, huertos o invernaderos de corte más profesional, es el sistema por goteo o también conocido como riego localizado. Para quién desconozca este sistema, cabe señalar que es una forma de riego localizado, con una mínima irrigación que permite satisfacer las necesidades de agua de una planta necesite para su formación y desarrollo, siendo una forma de riego que permite ahorrar en el gasto de agua usada, ya que su uso conlleva un bajo consumo.
Este sistema es ideal para mantener tu huerto o jardín en caso de que se encuentre en una segunda residencia, o que por el motivo que sea, no vayas a encontrarte en casa durante un tiempo prolongado.
Para las personas que se decanten por este sistema, en este post vamos a dar luz sobre cómo instalarlo y vamos a empezar por enumerar las ventajas de este sistema.
- Al no ser regadas, reduce considerablemente la proliferación de malas hierbas.
- Es uno de los sistemas más adaptables a terrenos rocosos, irregulares o con pendientes fuertes.
- Reduce considerablemente la evaporación de agua en el suelo.
- Permite el aporte de agua y nutrientes, con la posibilidad de poder regularlos en cualquier momento tanto en duración como en cantidad de agua.
- Con la automatización de riego, el consumo de agua y de mano de obra es mínimo.
Al ser un tipo de riego cada vez más demandado, vamos a encontrar kits y todo lo necesario, sin ningún tipo de problema, ya sea en el mercado online o en el más tradicional. Aquí vamos a detallar los utensilios necesarios para la instalación.
Vamos a necesitar:
- Un grupo de bombeo: Es el que va a aportar presión, y un caudal propicio a la instalación.
- Sistema de abonado
- Red de tuberías
- Filtración: En mayor o menor grado de la filtración irá directamente relacionado con la calidad de agua, y del tamaño de la boquilla del aspersor.
- Tuberías portaemisores: la separación y el caudal entre los emisores va a depender del cultivo que estemos tratando y del tipo de suelo en el que se encuentre.
- Cabezales: es el elemento que nos permite que llegue el agua a los goteros con presión, limpieza y la concentración necesaria de los nutrientes requeridos.
- Tuberías: Son las encargadas de transportar los fertilizantes mediante el agua. En este caso tendremos que utilizar tuberías principales, secundarias y dependiendo de tu tipo de riego también necesitarás incluso terciarias.
Una vez tengas todo lo necesario o al menos una idea más real de lo que vas a necesitar, vamos a comenzar con la instalación. A continuación, vamos a detallar cómo instalar nosotros mismos una instalación. Evidentemente, lo vamos a hacer de una forma sencilla, pero debemos de tener claro, que al igual que hay sistemas por goteo de instalación sencilla para usuarios más amateurs, también podemos encontrar este sistema de riego para profesionales o bien para terrenos o plantaciones mucho más exigentes.
Como ya hemos dicho, para empezar a formar tu circuito de riego necesitarás los objetos ya nombrados y algunos más en caso de ser más profesional nuestro sistema por goteo. Encontrarlo no te va a suponer un quebradero de cabeza, ya que en centros de jardinería especializados tanto como en centros de bricolaje verás que son elementos mucho más comunes de lo que tu pensabas.
Una vez tengamos estos objetos, y pensando que va a ser para nuestro huerto o jardín, debemos de empezar por acoplar el programador al grifo que nosotros decidamos que va a ser el suministrador de agua. Hay que asegurarse que la unión sea perfecta, que no produce ninguna fisura y que tenga un completo acople, ya que debemos de tener en cuenta que este grifo quedará abierto y no pretendemos malgastar nada de agua. En este caso será el programador, el que va a regular el paso del agua.
El siguiente paso, es acoplar el extremo del tubo de distribución de agua a dicho programador y le acoplamos un reductor de presión junto con una pieza de acoplamiento de manguera. En este punto, debemos calcular la longitud de la manguera que necesitamos y cortamos los tubos menos gruesos. Estos son por los que discurrirá el agua desde el tubo principal o central al gotero de la maceta o a la parte del jardín que más nos interese.
En el siguiente paso vamos a necesitar una llave pequeña que dependiendo donde hayamos adquirido nuestro kit, nos vendrá incluida. Con ella nos ayudaremos para insertar las conexiones de los diferentes ramales que derivaran el agua desde el tubo principal.
Es aquí donde vamos a introducir los goteros en la tierra, siempre cerca de la planta que queramos alimentar, asegurándonos que llegue hasta la raíz. Es decir que estén bien enterrados y de esta forma, una vez más, no desperdiciar nada de agua. Y para asegurar un correcto funcionamiento, en los extremos del tubo colocamos una de las abrazaderas especiales para mangueras, que nos aportará sujeción y por tanto seguridad, para que no se muevan y pierdan eficacia en el momento del riego.
Para terminar, deberemos de programar la irrigación, indicando cada cuanto queremos que riegue y la duración del riego en función de para que lo queramos o de como ya hemos dicho, de las necesidades que nos genere el terreno.
Como puedes ver, y aunque pueda parecer que el precio de la instalación es elevado o que nos pueda costar encontrar los materiales, desde aquí os aseguramos que no es nada difícil ninguna de estas dos tareas.
Eso sí, al igual que te animamos y te hemos contado las virtudes de este sistema, también te vamos a aconsejar, hacer de forma constante, y como indique sobre todo el fabricante, un mantenimiento de este sistema de riego de forma periódica. Ya que es así alargar la vida de tu sistema, evitar posibles sobrecostes y así, podrás sacar un mayor rendimiento a tu cosecha o bien a tu jardín.
¡Y eso es todo! Si necesitas ayuda con tu material riego por goteo, pregúntanos.